martes, 10 de febrero de 2015

Amar con libertad

Si estás a mi lado, me encanta, lo disfruto, me alegra, me exalta el espíritu; pero si no estás, aunque lo resienta y me hagas falta, puedo seguir adelante. Igual puedo disfrutar de una mañana de sol, mi plato preferido sigue siendo apetecible (aunque como menos), no dejo de estudiar, mi vocación sigue en pie y mis amigos me siguen atrayendo. Es verdad que algo me falta, que hay algo de intranquilidad en mí, que te extraño, pero sigo, sigo y sigo. Me entristece, pero no me deprimo.
Puedo continuar haciéndome cargo de mí mismo, pese a tu ausencia. Te amo, sabes que no te miento, pero esto no implica que no sea capaz de sobrevivir sin ti. He aprendido que el desapego es independencia y esa es mi propuesta... No más actitudes posesivas y dominantes... Sin faltar a nuestros principios, amémonos en libertad y sin miedo a ser lo que somos.
El amor no viene listo de fábrica, debes construirlo, inventarlo y rearmarlo todos los días de tu vida. Por eso, el gerundio es mejor que la afirmación: "Te estoy amando" en vez de "te amo" como un producto listo y terminando.